jueves, 13 de febrero de 2014

Canto Inmoral



Eh ahí el instinto que no cansará de buscar
placeres lacerados por oscuros
feligreses, el rupestre pintor
dibujando melodías dionisiacas
en valles inundados de vino y orgías
jugando a romper los bordes
de la realidad, desprendiéndose
de las argollas del ego para extraviarse
 en los pasadizos de la embriagues
sensorial que nos reconoce tan natura,
causando pánico en los clérigos de
occidente, el caminante
observando calles como funerales
donde los espíritus transitan
apresuradamente dentro de sus
ataúdes de metal desperdiciando
amor e incapacitándose para la libertad,
el que se sumerge en sucios sótanos
chocando con rostros de angustia que nunca
antes observaron luz mientras se pierden en
dosis de abandono...

Quien en lugar de caer en las paredes de
la vergüenza goza la desnudez
buscando penetrar tu centro,
el que logra desprenderse
de las tenazas creadas en palacios
que intentan atrapar la naturaleza
con terror panorámico, el grito
recorriendo inoportunamente
 los oídos de las normas que alaban
 el silencio, los pasos desobedientes
que salen de las sendas pues reconocen
que no hay historia lineal
sino un apasionante caos,
el verdugo de la pasividad obediente
que bloquea las rutas de la exploración
donde nos encontramos cara a cara
 con nosotros mismos para sentir
porciones de adrenalina y reconocer
el latido constante y así, ante los
silencios agobiantes, besar la palabra
propia y no callar más…

No hay comentarios:

Publicar un comentario