Allí
va, caminando con esos aires de grandeza, el es Don prospero, siempre tan bien
trajeado y a la moda tan bien rasurado, sin separar su vista de su flamante
localizador probablemente es un I pone o un Galaxy quizá los dos… es todo un
don Juan, claro no sentiría la misma confianza con el sexo femenino si no
después de matarse tanto lograra obtener aquella obsesión material de su carro
europeo, el cual es muy Gastón, se pasa el tiempo apretando cuando ve la aguja de su tanque
pero volvamos a su parte de macho alfa, le interesan, le encantan, le gustan,
le excitan las mujeres pero ojo, siempre las mujeres calladitas, que enseñen lo
suficiente, que se pinten mucho y que opinen poco, sumisas agrandando ese
machismo ancestral tan arraigado en su ser… “damas en la calle y leonas en la
cama” así le gustan y así tiene que tener una… Su sueldo de la transnacional
donde trabaja la verdad que es muy bueno pero tampoco es mentira que muchas
veces es explotado, pero bueno el jefe lo trata mal pero por lo menos no lo
escupe, a la hora de almuerzo come basura de esos restaurantes de nombre
gringo, de cuadros gringos, de televisores con programas gringos, de precios
gringos y de salarios guatemaltecos para los empleados, pero Don Prospero es un
experto en comprar y aparentar status. Los Viernes y los Sábados se va de parranda
o de “pary” como diría el y sus amigos o sus amigos y el, solo a lugares de
moda para estar siempre “in” y nunca sentirse “aut”. Hace algunos meses parrandeaba en los lugares de moda del centro
histórico, siempre habló peyorativamente de la zona uno, del centro histórico,
siempre ignoro la historia inmersa en esa parte de la ciudad capital pero la
tendencia lo olbigó a ir allí, la tendencia y ese mundo superficial al que le
encanta asistir manda por sobre sus ideas… pero ahora ya poco a poco se va
sintiendo más aliviado, pues ese mundo plástico se esta mudando rápidamente a
un tal paseo cayalá, donde todo es tan diferente a la mayoría de suelo
guatemalteco, pero así le gusta, ser indiferente con la realidad y asistir a
casas en el aire.
Don prospero también tiene ídolos a los cuales
admira, son esos señorones magnates, conservadores bien trajeados, de rolex y
versage, jamás los admiraría por sus capacidades, por su honorabilidad, por su
lealtad o bondad “baaa esas cosas románticas” diría él, sino más bien, admira
sus naves europeas, su mansión con piscina y sus cuentas bancarias en suiza y
saber donde más, sin importarle lo humano y sin un pito de idea de como consiguieron
su opulenta plata. Para no perder la costumbre, le da igual la historia de su
país, sus problematicas estructurales y su gente, entonces le encanta calificar
de “shumos, mucos,choleros o indios resentidos” a los que ve diferentes, a los
que no ve aparentar tanta prosperidad como él.
El señor Prospero quiere ser tan prospero que
le encantaría vivir en un tiempo en algún barrio privado, de esos donde todas
las casitas son iguales, donde ningún vecino se conoce ni se habla entre si,
donde sobran las viejas del botox, las jóvenes de la anorexia, y los
muchachitos prepi-malcriados donde hay que conducir a no más de 20km por hora,
donde los adolescentes con la prepotencia heredada al salir de su lindo barrio
ven el mundo real como algo extraño, sucio, feo y peligroso y ven de menos a
los otros adolescentes, a los shumos, a los mucos, a los indios huevones a los
no tan privilegiados como ellos, si, en esos barrios donde a los visitantes el
policía de la garita les pide que le informen el color de su calzoncillo para
dejarlos ingresar, claro, a don prospero le viene dando igual muchas de las
cosas que suceden en este mundo chueco y al revés, pero es un total erudito en
el tema de motores y autos lujosos, de moda norteamericana y localizadores.
Jhon Robert “prousperou” escribe y articula
palabras en ingles cuando la situación amerita verse idiomáticamente “cul”,
aunque su castellano deje mucho que desear, y por supuesto; su tarjeta de
crédito tan prospera ya no aguanta más tanto restaurante elegante, tantas
tiendas de centros comerciales elitistas, tantos cafes de trasnacionales y
tantos cafes saul el plástico (valga la redundancia) simplemente ya no da más.
Don prospero Pérez, según sus diversas
peroratas, es un ladino (no mestizo) con tremenda ascendencia europea, de
italianos o españoles describe a sus tatara tatara antepasados realmente;
mestizos. Siempre escuchando música “sofisticada” aunque como muchas cosas en
él, no le guste, no le agrade, lo le satisfaga pero él jamás escucharía música
que cualquier “muco” escuche entonces la música como invensión sublimemente
artística o de espíritu festivo humano pasa a un segundo plano desplazada por
una menuda y trivial moda… Don prospero es un tremendo filisteo pero no perderá
el tiempo conmoviéndose o sensibilizándose con ningún tipo de arte o lectura,
con ninguna obra de Monet ni con ningún texto de Borges… los rojos y los
cremas, son una “shumada” para él, en todo caso; visca Barsa o Hala Madrid solo
para sentirse aceptado por que ni le gusta el deporte. a don prospero lo
enajeno y alieno tanto este tiempo y su sistema neo liberal que prefiere una
torre de oficinas ejecutivas de antiestética arquitectura que a aquel lago o
aquel mar y una noche estrellada, pero así es el, cambio su libertad de autenticidad
por un enajenante estereotipo de nuestro tiempo.
Que quede muy claro querido lector que no
tengo nada en contra de don prospero y los don prósperos y sus “prosperidades”
en las diversas partes de este no prospero país, solo expongo algunas
características de la famosa pero errónea prosperidad que nos venden los
diversos medios de comunicación y nuestro tiempo y que algunos consumen dando
como resultado una cultura suave, indiferente, inconciente de la realidad del
país, doble moralista y sin pensamiento crítico… si así es feliz alguien (cosa
dudosa, pues libre no puede ser, pues la libertad solo puede darse en un
crecimiento a través de una conciencia crítica crítica) pues muy bien, pero yo
a veces me compadezco de estos que en busca de la aceptación, del status y de
la apariencia de lucir más de lo que en realidad tienen, tiran a la basura su
identidad, su autenticidad, su libertad e incluso muchos sueños y ese preciado
pero infravalorado derecho de ser uno mismo. Si eres de esos que describo en
este texto, de los que renuncian a sí mismo por aparentar, por ser un VIP, una
gente “bonita” un don prospero contemporáneo , solo espero que cuando salgas de
tu burbuja a la realidad, que cuando caigas de tu nube logres amortiguar un poco el tremendo golpazo.