lunes, 6 de mayo de 2013

El Circo del Arte

La carpa del circo alegórico es inmensa /es plástica e ilustrada, / y ahí nos postramos sonrientes y nerviosos / esperando a que los diversos críticos / y editores nos escuchen, nos acepten, / nos atiendan y quizá solo quizá; que nos lean / con sus lupas intelectuales / y su aburrimiento moldeado y / sus celos inherentes para / Poder entrar al club, al selecto, / al fino, al florido, al intelectual club / donde reinan los distintos cocteles, / donde se grita con algarabía que somos / hijos de homero y Ovidio, /de Da Vinci y Miguel Ángel / o de Monét y van Gogh, / donde el vino es / una pieza infaltable en los artistas y / entes sofisticados que visten / con distintas túnicas de identidad / hippie, de identidad post moderna, / de identidad erudita, tan falsas…

Exhibiciones de arte por el arte, /arte menudamente sofisticada, / arte cada vez más elitista / cada vez menos humana, / digna de esta época tecnolátrica, / digna de esta época de crisis cultural, / espiritual y artística / y entonces nos volvemos tan engreídos, / tan absurdamente geniales / fanfarroneando de complejos temas, de / grandes creaciones nuestras / Si, con demagógicas homilías de nuestras / desdeñables obras, de nuestras absurdas/ realizaciones creadas  por  nuestras / torpes manos y nuestros cerebritos, / cerebros tan geniales, tan universales, / tan únicos, tan limitados…

Y nos embriagamos como artistas, / y nos dopamos como artistas, / y es que así hemos escuchado / que lo hacía Poe, Mozart, Bukowski y Dalí / y entonces; nos volvemos catadores y devotos de las artes expuestas / en clubes ostentosos y menospreciamos el arte / más vernácula de nuestra tierra / y morfinómanamente no logramos discernir / entre el arte y el entretenimiento / y donamos nuestra almas a editores / conservadores que se burlan de ellas / pues priorizan en nombres reconocidos y / temen competencia ante la búsqueda del arte, / y por ello respondemos de la misma forma / a los novatos que van surgiendo.

Y es que somos los santos / artistas de un país olvidado / por dios y por el mundo, /olvidado por las musas y sumergido en sangre, / donde las elites dominan el arte / para controlar el discurso / pues así debe ser, entonces nos transformamos en / una generación maldita de payasos / sin identidad, sin cojones, sin talento, / con muchas ínfulas, con muchos / plagios al arte europea, / al arte oriental, con críticas de risa, / de eruditos de escritorio, de eruditos apolíticos, / los eruditos son esos niños pretenciosos que saben todo / Pero no saben nada de la vida…

Yo ya no quiero más criticas constructivas para / nosotros, los artistas y los críticos / de la gran Guatemala, / Para el país que exilia a los grandes artistas / yo quiero una crítica destructiva, / eso pido destruir, destruir y tres veces destruir / la lisiada y menuda materia chueca / que hoy por hoy se ha adueñado del arte / y que varios consumen / mientras nos atoran con vino y queso / Por eso de que la creación no sea / Suficiente, en este país de la enorme carpa / Azul blanca y azul.

Seguiremos soberbios, adquiriendo anteojos cada / vez más grandes, gozando de cocteles / sociales, creyendo que el / arte nace en las galerías pomposas, /cuando realmente / nace en las esquinas de los barrios olvidados / y en el clamor de su gente, / y en el modesto pincel de aquel solitario / pero no lo entendemos porque somos tan / autoritarios y excluyentes / siendo tan risibles para los dioses, / siendo tan artistoídes en el holocausto de la creación / distorsionando al arte, plagiando al arte / y poco a poco haciendo lo que mejor /sabemos hacer; sometiendo al arte / a un horrible genocidio…




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